SAN CARLOS DE BARILOCHE

SAN CARLOS DE BARILOCHE
Lago Nahuel Huapi

miércoles, 30 de julio de 2008






Viaje al Sur de Chile y Argentina

Tres semanas recorriendo casi 10.000 kilómetros
desde Santa Cruz, Bolivia hasta la Patagonia,
la Región de Los Lagos y la Isla Chiloé.




(Ver Galería de fotos ampliadas al final del texto)





El 1º de noviembre de 2007 partimos de Santa Cruz de la Sierra dando inicio a un fascinante viaje en familia de 24 días de duración por tierras australes de Argentina y Chile en una flamante vagoneta Mitsubishi Sport de 3.500 cc. Según los datos de mi cuaderno de bitácora, el consumo de gasolina fue de 1.150 litros en los 9.240 kilómetros recorridos.

Jorge Eduardo, mi hijo mayor y un gran aficionado a la mecánica y el automovilismo, fue el chofer durante todo el recorrido y yo hice de guía, utilizando mapas y toda la documentación pertinente, además de fotógrafo oficial de la comitiva para inmortalizar los paisajes y experiencias que nos esperaban en ambos lados de los Andes. Nos acompañaban mi esposa, Ana María, y mi hijo menor, Claudio, cuyos 9 tiernos años de edad no fueron obstáculo para permitirle disfrutar a fondo del maravilloso paseo de casi tres semanas en la encantadora primavera del hemisferio sur americano.

El viaje, narrado en este blog en tres etapas, y planificado hasta el menor detalle con varios meses de anticipación, transcurrió felizmente sin ningún incidente -ni siquiera una sola pinchada de llantas- cruzando tres pasos fronterizos y pernoctando en 12 ciudades de ambos países.

Si alguna vez Ud. soñó con hacer este viaje, lo que sigue es una guía completa de un viajero incansable, para que Ud. lo disfrute algún día, como nosotros lo apreciamos, hasta considerarlo uno de los destinos turísticos más encantadores del mundo.


Jorge Orías Herrera




Itinerario del viaje


1º Nov. Salida Sta. Cruz a Yacuiba - cruce la frontera- 950 km Pernocte en San Pedro de Jujuy

2 Nov. San Pedro de Jujui – Córdoba. 870 km. Pernocte en Córdoba.

3 Nov. Córdoba- Neuquén 1.112 km Pernocte en Neuquén.

4 Nov. Neuquén- Bariloche 450 km. Pernocte en San Carlos de Bariloche

4 – 8 Nov. Excursiones en el área de Bariloche.

9. Nov. Aerosillas del Cerro Campanario y recorrido del Circuito Chico.

10. Nov. Navegación a Isla Victoria y Bosque de los Arrayanes en el Lago Nahuel Huapi.

11 . Nov. Excursión al Lago Mascardi, Rio Manso, Cascada Los Alerces y Cerro Tronador.

12. Nov. Ascenso al Cerro Catedral y paseos en el Centro de Bariloche.

13 Nov. Viaje a San Martín de los Andes por el Camino de los 7 lagos. Pernocte en S. Martín.

14 Nov. Partida hacia Chile. Cruce de frontera, y pernocte en Frutillar, junto al Lago Llanquihue

15. Nov. Excursión a la Isla de Chiloé. Visita a Castro y Pernocte en Puerto Montt.

16. Nov. Viaje rumbo al Norte y Pernocte en Villarrica.

17. Nov. Visita al balneario de Pucón y viaje a Santiago de Chile.

18. Nov. Paseos por Santiago de Chile. Centro Histórico, Las Condes y Barrio Bella Vista.

19. Nov. Visita a las cumbres de los Andes chilenos: Pistas de ski.

20. Nov. Viaje a Valparaíso y Viña del Mar por la costa rumbo al Norte. Pernocte en Quinteros

21. Nov. Cruce de la frontera con Argentina y Pernocte en Mendoza.

22. Nov. Visitas en Mendoza, parques, tiendas, cafés y alrededores.

23. Nov. Salida de Mendoza por San Juan, La Rioja, Catamarca y pernocte en Tucumán

24. Nov. Salida de Tucumán, Cruce de la frontera y llegada a Santa Cruz a medianoche.




1ª Etapa: Santa Cruz – Bariloche

Tres días de viaje ininterrumpido

y 3.375 km de recorrido.



Partimos de Santa Cruz a las 7:00 de la mañana del 1º de Noviembre de 2007 rumbo al Sur atravesando tierras chaqueñas, siguiendo la cadena del Aguaragüe, siempre presente a nuestra derecha a lo largo de la ruta. Llegamos a Yacuiba al mediodía y después de almorzar hicimos el cruce de frontera, con un par de horas de trámite para el registro del vehículo y sellado de pasaportes. Esa misma tarde seguimos camino sin mayor demora hasta caer la noche, cerca de San Pedro de Jujuy, donde pernoctamos muy próximos a la plaza del pueblo, repleta de gente y actividad comercial y social.

Al día siguiente nos encaminamos rumbo a Córdoba, pasando por Tucumán y otras ciudades y pueblos del norte argentino, prácticamente sin detenernos. Una vez instalados en el hotel, al anochecer salimos a visitar el centro histórico de Córdoba, la Plaza San Martín, la Catedral, burlando el cansancio recorrimos las tiendas y restaurantes de sus animadas calles peatonales.

El tercer día fue sin duda el más agotador, desde Córdoba a Neuquén, más de 1.200 km cruzando la Pampa y luego el Desierto, en tierras patagónicas, para pernoctar extenuados en un hotel céntrico de esta moderna ciudad y al siguiente día otra media jornada de carretera hasta alcanzar las orillas del lago Nahuel Huapi en un mediodía primaveral, con un cielo prácticamente sin nubes y repleto de un sol deslumbrante.

Desde el Centro Cívico de la ciudad tomamos contacto con el dueño de la cabaña donde habríamos de alojarnos durante casi una semana, en el exclusivo barrio Belgrano, con una vista espléndida del lago y rodeados de chalets vacacionales y bellos jardines. Aquella misma tarde nos dedicamos a recorrer la ciudad; el plan de excursiones para los próximos días ya estaba listo y el clima era inmejorable para disfrutarlo.


Las atracciones de San Carlos
de Bariloche y alrededores


Cerro Catedral

A menos de 20 km de la ciudad, se encuentra el Cerro Catedral, famoso centro de esquí y deportes invernales, dotado de la más moderna infraestructura para que principiantes y avanzados disfruten de todas las alternativas de los deportes de nieve. La villa se encuentra a 1.000 m de altura y ofrece la posibilidad de alojarse en confortables y modernas hosterías en un entorno espectacular.

Como nos encontrábamos fuera de temporada, no funcionaban los teleféricos, de modo que tuvimos que realizar el ascenso a la cumbre a pie y con gran esfuerzo, bajo un sol radiante, guiados por el deseo de alcanzar la nieve, rodeados de un paisaje bellísimo.


Circuito Chico

Este circuito es paradisíaco y el más cercano a Bariloche. Rodeados de Naturaleza y residencias impecables recorrimos 65 km, en su mayor parte bordeando el Lago Nahuel Huapi. A la altura del km.8 está Playa Bonita, desde donde se ve la isla Huemul. Diez kilómetros más adelante llegamos al pie del Cerro Campanario, donde abordamos las aerosillas que llegan a la cumbre, desde donde apreciamos una de las vistas más fascinantes de la región.

Ya en la Península Llao-Llao, visitamos el famoso hotel del mismo nombre cercano a Puerto Pañuelo y llegamos a la Capilla San Eduardo por un sinuoso camino ripiado que atraviesa bosques y playas costeras. Continuando el trayecto, pasamos el puente que une los lagos Moreno y Nahuel Huapi y más adelante el puente sobre el lago Moreno. Luego bordeamos la laguna El Trébol, de regreso a la ciudad, cerrando el denominado “Circuito Chico”. Antes realizamos un desvío a Colonia Suiza y más tarde optamos por almorzar unas deliciosas “picadas” en la Fábrica de Cerveza.


Cerro Otto

Por la tarde nos dirigimos hacia el Cerro Otto. Desde Piedras Blancas, se empieza a apreciar otra espléndida vista desde la cumbre del cerro de los lagos Nahuel Huapi, Moreno y Gutiérrez y de los cerros Tronador, Catedral y Campanario.

Para observar esta vista, así como para deslizarse en trineos, se puede ascender por el Teleférico del Cerro Otto, cuya estación inferior se encuentra en el km 5 de la Av. De Los Pioneros, la importante arteria de Bariloche que bordea el lago Nahuel Huapi.


Cascada Los Alerces y Cerro Tronador

Temprano en la mañana, radiante de sol pero todavía fría y con la escarcha de la madrugada, tomamos la calle Onelli, que conduce a la Ruta Nac. 258. Después de cargar combustible en el surtidor de Automóvil Club, seguimos la carretera hacia el lago Gutiérrez y el lago Mascardi. Al final encontramos el camino de ripio que nos condujo a Playa Negra, transitando por unos parajes de gran belleza.

Más adelante, después de atravesar el puente sobre el río Manso, a orillas del lago Hess, desde donde se aprecia una magnífica vista con el nevado “Tronador” al fondo, irguiéndose majestuoso sobre el horizonte del lago. Sobre esta ruta desembocamos en una gran cascada que se encuentra al final de un recorrido a pie sobre la rivera del Río Manso, justo allí donde este se torna salvaje y torrentoso al ingresar a la garganta de granito conocida como “Cascada de los Alerces”, por la abundancia de este imponente árbol patagónico. Los 300 metros de sendero entablonado para acceder al mirador de la colosal cascada es un paseo delicioso, principalmente en horas de la mañana, rodeado de la frescura ambiente y con el bramido de las aguas blancas, que se precipitan hacia abajo rumbo a las costas del Pacífico en tierra chilena.

El camino, después del lago Mascardi, es de ripio y de una sola mano, con ascenso por la mañana hasta las 14;00 horas, quedando sólo habilitado para el descenso en dicho horario. Por ello al retorno tuvimos un par de horas de placentera espera a orillas del Lago Hess, antes de seguir rumbo al Cerro Tronador y el glaciar del Ventisquero Negro.

Almorzamos en un delicioso paraje llamado Pampa Linda, sobre las faldas del gran nevado “Tronador” que comparten las dos naciones, y luego nos dirigimos a un lugar extraordinario de los Andes. Casi al final del camino, pasando un bosque de coihues y lengas alcanzamos el Ventisquero Negro, un lugar de aspecto lunar, con piedras erosionadas por el paso del hielo del glaciar que se origina en las cumbres del Tronador, cuyos picos más característicos son el Argentino (3410 m), Internacional (3554 m) y Chileno (3470 m). La caminata por el Sendero del Diablo es una experiencia inolvidable, al borde de los farallones de la majestuosa montaña.



Isla Victoria y Bosque de los Arrayanes

Esta excursión la realizamos al día siguiente en barco –a bordo del Reina Victoria, construido totalmente en fina madera en Amsterdam en los años 20 del siglo pasado- desde el embarcadero de la Península Llao Llao. Partiendo desde Puerto Pañuelo, en otra mañana de ensueño, surcamos las aguas del gran Nahuel Huapi hasta la Isla Victoria, en primera instancia, y por la tarde el Bosque de Arrayanes en la Península de Quetrihue.

Navegando cerca de una hora, seguidos permanentemente por las gaviotas, llegamos a Puerto Anchorena en isla Victoria, donde visitamos el vivero de coníferas y recorrimos la isla por distintos senderos. Almorzamos en la magnífica Hostería Isla Victoria, recientemente reabierta y restaurada con todas las comodidades de un alojamiento de categoría.

Por la tarde proseguimos la navegación hasta Puerto Quetrihue, en la península del mismo nombre, donde visitamos el mundialmente famoso Bosque de los Arrayanes. Se trata de una formación arbórea única en el mundo con ejemplares centenarios. La corteza de este árbol es fría, lisa y de color canela. Posee flores blancas similares al azahar y frutos violáceos de agradable sabor.

Miles de turistas de disputaban espacio para tomarse una foro ante la pequeña casita de madera en el medio del bosque y los ciervos que habitan la zona, de baja estatura llamados "pudú-pudú", que fueron la musa inspiradora del mundialmente famoso Walt Disney para realizar su película de dibujos animados "Bambi".


A San Martín de los Andes
por el Camino de los Siete Lagos

Este es un circuito tradicional transitable de octubre a abril, ya que durante el invierno el camino se cierra como consecuencia de las nevadas y el hielo en la calzada. Desde Bariloche hasta San Martín de los Andes hay 184 km de carretera en construcción, de los cuales quedan sólo aproximadamente 50 de ripio.

El tiempo requerido para esta excursión es, como mínimo, el día entero o, mejor aún, si fuera posible, dos o tres días. Hay posibilidades de alojamiento en Villa La Angostura y San Martín de los Andes, y también, durante la temporada de verano, hosterías y campings dentro del Parque Nacional.

Saliendo de Bariloche tomamos la Ruta Nacional Nº 237 hacia el norte. Una vez que cruzamos el pequeño río Nahuel Huapi, en el límite con la Provincia de Neuquén, a 21km. de la ciudad, seguimos por la ruta 231. En un trayecto sinuoso de gran belleza, que transita en parte por el medio del bosque y en parte por la costa del lago Nahuel Huapi, pasamos por Puerto Manso y luego de recorrer 90 km llegamos a Villa La Angostura, con sus hermosas cabañas y urbanizaciones vacacionales.

Después de esta localidad, a lo largo del camino se suceden, uno tras otro, cada uno de los famosos “Siete Lagos”: Espejo, Correntoso, Villarino, Falkner, Escondido, Hermoso y Machonico.
Hay muchas opciones para hacer paradas en este trayecto: campings libres, organizados, hosterías, resorts y lugares paradisíacos para hacer un pic nic al paso. Gran parte de la ruta transita el territorio de un magnífico Parque Nacional protegido.

El recorrido termina al llegar a la ciudad de San Martín de los Andes, a orillas del lago Lácar.

¿Dónde alojarse en el Camino de los Siete Lagos?

Alojamientos:
Hostería Cullén Co: Lago Correntoso. Tel.: 02944-494377
Hostería Lago Villarino: Lago Falkner, ruta 234. Tel.: 02972-425274
Posada Quinén: Ruta Nac. 234, km.,65,5. Tel.: 02972-425455
Complejo Lago Espejo Resort: Paraje Lago Espejo. Cruce Ruta 231 y 234. Tel.: 02944-494583
Cabañas de Alicia: Ruta 7 Lagos, cercanías de Villa La Angostura. Tel.: 02944-494474
Campings organizados:
Correntoso: Ruta Nac. 231 margen izquierda.
Lago Espejo Chico: Ruta Nac. 234 margen derecha.
Campings libres:
Lago Hermoso: Ruta de los 7 Lagos
Lago Falkner: Ruta 234, margen izquierda.
Área de acampe libre: zona de Las Taguas, Río Hermoso, junto a la casa del Guardaparque.
Recuerde que en todos los casos las posibilidades de alojamiento sobre esta ruta varían de acuerdo con la temporada. Siempre es necesario averiguar en Villa La Angostura o San Martín de los Andes antes de emprender el viaje.



San Martín de Los Andes

Esta hermosa población es una verdadera ciudad-jardín, emplazada a orillas del Lago Lácar, a 640 m.s.n.m. y a sólo 40 km. de la frontera con Chile. Ha sido diseñada para el turismo y por tanto cuenta con todos los servicios para ofrecer al viajero todas las comodidades para una placentera estancia. Techos de tejuela de alerce, enormes ventanales y las estufas de hogar y piedra se entremezclan con la delicadeza de su interiores.

Este centro turístico se caracteriza por la paz y la tranquilidad que le brindan sus grandes extensiones verdes y las 400.000 hectáreas del Parque Nacional Lanín.

Por muchos años su actividad única fue la explotación de madera; recién en 1937, cuando se fundó el parque nacional, comenzó la actividad turística. Y el gran despegue fue en la década del '70 gracias a la promoción del estado provincial. Sus lagos, ríos, cascadas y montañas hacen de este lugar un paraíso para el viajero. También la pesca de salmónidos y la caza mayor son atractivos de esta ciudad cordillerana y sus alrededores. Los 20.000 habitantes actuales viven casi exclusivamente de la actividad turística, ya que es el centro turístico más importante de la Provincia Neuquén.

El primer asentamiento fue un fuerte que se construyó en 1883, en la Vega del Maipú, muy cerca del emplazamiento actual. Pero el 4 de febrero de 1898 se trasladó al lugar donde se encuentra hoy la ciudad, por lo que quedó ésta como fecha de fundación. Hasta 1911 fue principalmente un asentamiento militar que consolidó la soberanía argentina en la región durante el proceso de ocupación de la Patagonia.

Por la Ruta Nac. 19, se alcanza la base del Cerro Chapelco a 1.250 m.s.n.m. y al Centro de Deportes Invernales de San Martín de los Andes. Este es un centro de esquí de primera línea.

Después de visitar los centros turísticos de la ciudad subimos al Mirador para contemplar la vista de la urbe junto al Lago Lácar y proseguimos camino a la Casa de Té, cabaña casi centenaria situada en una estratégica ubicación, hoy convertida en confitería y restaurante muy concurrido.



2ª Etapa:
Bariloche – Los Lagos - Chiloé


Primer cruce de los Andes



Cruce Internacional a Chile


Tras un descanso reparador en las deliciosas cabañas del Hotel a orillas del Lago Lacar en San Martín de los Andes, partimos muy temprano en dirección a Chile, ascendiendo la cordillera hasta el paso fronterizo Antonio Samoré (ex Puyehue). El camino es muy sinuoso y a gran altura, cruzando parajes nevados de absoluta belleza. No lo es menos el descenso en tierra chilena, rumbo a Frutillar, nuestro siguiente destino.
El Sur de Chile

La región de los lagos del sur de Chile es expresión de la inimitable estética y la sorprendente exuberancia de la naturaleza. Entre cataclismos volcánicos, esculturas glaciales, lluvia y nieve, ríos torrentosos y selvas lluviosas temperadas, es un paisaje en movimiento, que se modela y cambia ante nuestros ojos.
La zona Sur comprende las regiones del Bío-Bío, Araucanía, Aisén, Magallanes y la región de Los Lagos. Esta zona es una de las más heterogéneas en lo que se refiere a sus paisajes y a la realización de sus actividades. Posee un clima mas húmedo y su relieve se encuentra cubierto de extensos bosques y numerosos Lagos. Esta es la tierra madre de los indios Mapuches, una de las culturas indígenas más destacadas de las Américas. Por casi trescientos años, los mapuches defendieron de los españoles la así llamada Araucanía, el sector norte de la región. Pelearon, se desbandaron y cambiaron su cultura esparciéndola a través de la pampa. Tres siglos de resistencia: cuánta fuerza! Pero ésa es la naturaleza de la región de los lagos.
Este sector se caracteriza por tener un alto índice de lluvias y bajas temperaturas en el invierno, mientras más se avanza hacia el sur, el clima se hace más lluvioso y helado. En verano, el sur suele ser caluroso pero con precipitaciones todo el año.
En lo que respecta a los paisajes mas característicos que posee, la zona Sur cuenta con paisajes como: el Parque Nacional Laguna de la Laja , el Volcán Antuco (uno de los destino más elegidos para los esquiadores de esta región) , el Volcán Llaima , el Parque Nacional Conguillío, el Parque Nacional Tolhuaca y el Parque Nacional Huerquehue (innumerables lagunas, frondosa vegetación y termas). Entre los centros de Esquí más importantes del sector, se encuentran los centros “Villarrica- Pucón" y "Antillanca".

Cabe destacar que esta zona del sur chileno esta caracterizada por innumerables lagos y balnearios. En muchos de estos lagos se puede practicar la pesca. Después de cruzar la frontera, por caminos de ripio nos internamos por los bosques de la región de los lagos rumbo a Frutillar, el balneario más turístico de la zona.

Frutillar y el Lago Llanquihue

Frutillar, a orillas del lago Llanquihue, es un cotizado lugar de veraneo en la mejor playa del lago. Tiene una costanera con hermosos jardines donde reinan las begonias con un fondo natural espectacular: el lago Llanquihue y el volcán Osorno.
Frutillar surgió en 1856 como muelle de embarque. Pintoresca ciudad de extraordinarios paisajes. Se caracteriza por antiguas casas de estilo germánico, con bien cuidados y floridos jardines. Actualmente es lugar ideal de varaniego. Cuenta con hoteles, alojamientos, restaurantes y servicios turísticos. La ciudad ha conservado el estilo urbanístico que impusieron los colonos alemanes que hace 142 años llegaron a poblar esta zona agrícola, ganadera y forestal.
El Llanquihue está situado en la región de Los Lagos, próximo a los volcanes Osorno (2.652 m), por el este, y al Calbuco, por el sur. Se halla en una zona de contacto entre la cordillera de los Andes y el Valle Longitudinal. Es uno de los más extensos de la región, con una superficie de 748 km2 y está rodeado de bosques frondosos. Es de origen glaciar y constituye un importante medio de transporte y centro turístico. En sus riberas o muy próximas a ellas se asientan las localidades de Puerto Octay, Las Cascadas, Ensenada, Puerto Varas y Frutillar.



La misteriosa Isla de Chiloé

Después de pasar un día completo en esta bella ciudad lacustre, nos dirigimos hacia el Sur, directamente al Canal del Pargua para cruzar por barco a la misteriosa Isla Chiloé. Esta Isla es el comienzo de lo que se conoce como Chile Insular, que consiste en innumerables islotes y fiordos, produciendo en el visitante una especial sensación de lo que fueron paisajes milenarios de esta zona del mundo.
Al llegar a la Isla Grande seguimos el camino costero hacia Ancud el gran puerto de la isla, el primero en que atracan los barcos que circundan el Estrecho de Magallanes al pasar del Atlántico al Pacífico. De inmediato nos encaminamos al fuerte colonial que estuvo bajo control de los españoles hasta 1826, el último bastión del Imperio en América, desde el cual se divisa la bahía y hoy en día el ingreso de la flota pesquera, repleta de cangrejos, mariscos y pescados.

Ancud fue fundado en 1767 para supervisar la ruta naviera alrededor del Cabo de Hornos. El Fuerte San Antonio es un recuerdo de aquellos tiempos que domina el puerto con sus poderosos cañones de bronce. A la hora del almuerzo disfrutamos de excelentes mariscos y pescado fresco y por la tarde, visitamos la costa occidental, una joya escondida de belleza natural y vida salvaje. Por la tarde nos dirigimos hacia la capital de Chiloé, la ciudad de Castro. En la plaza principal visitamos su gran catedral de madera pintada color lila y naranja, construida en 1906 por un arquitecto italiano.

En la Isla de Chiloé todavía existe una importante creación cultural de los habitantes de la isla, con una arquitectura muy peculiar y una serie de costumbres culinarias que bien vale la pena conocer. Por ello, en nuestra ruta hacia Castro, la capital, nos detuvimos a degustar los salmones y las deliciosas ostras con un buen vino chileno en uno de los puertos interiores de Chiloé. De esta manera, nos pasamos el día recorriendo la isla, sus salmoneras, y sus iglesias jesuíticas construidas en madera extraídas de bosques que ya no existen. Al atardecer retornamos por la misma ruta de Ancud, realizamos el cruce del canal en un transbordador y finalmente llegamos a Puerto Montt.

Puerto Montt

Pernoctamos en esta moderna y pujante ciudad industrial chilena, después de recorrer a pie su amplia costanera y sus centros comerciales y restaurantes, como final reparador de un día intenso y agotador.
Puerto Montt fue fundada el 12 de febrero de 1853 por Vicente Pérez Rosales, quien estuvo acompañado por varios emigrantes alemanes, aquellos hombres y mujeres que con coraje y tesón colonizaron las aparentemente inhóspitas tierras del sur chileno. Gracias al empuje de los pioneros, la ciudad creció de forma vertiginosa. En 1912, con la llegada del ferrocarril, se convirtió en el punto neurálgico para aquellos que viajaban a la isla de Chiloé y Magallanes. El desarrollo llegaba a través de los rieles y el pitido de las locomotoras.
Con el paso de los años, la ciudad fue creciendo y volviéndose más próspera. Pero la fuerza de la naturaleza se ensañó con ella en 1960, cuando un terremoto la destruyó casi por completo; entonces, el espíritu de los viejos colonos pareció renacer y, una vez más, el empuje y el coraje fueron las armas utilizadas en la tarea de volver a ponerla en pie. Y Puerto Montt renació de los escombros. Y se convirtió -en 1979- en la capital de la X Región, Los Lagos. Puerto Montt es ahora una ciudad de 110 mil habitantes, que tiene como industria principal el cultivo del salmón, actividad en constante crecimiento desde 1985.
Al amanecer de nuestro duodécimo día de viaje tomamos la autopista que recorre Chile de Sur a Norte con destino al balneario de Villarrica en la histórica región de la Araucanía. Una borrasca que se había levantado durante la noche desde tierras australes nubló el cielo por primera vez desde nuestra partida. Hicimos gran parte del viaje acompañados por una copiosa lluvia, pero sin mayores inconvenientes en una autopista de nivel europeo, que vale su precio, ya que se paga peaje cada 20 minutos. Tuvimos que pasar de largo sin visitar varias atractivas ciudades del sur chileno, como Puerto Varas, Osorno o Valdivia, apremiados por la necesidad de llegar a Santiago el día 13, como estaba programado.
En la Araucanía
En la Araucanía existen parques nacionales y privados que protegen los últimos bosques de araucarias, una milenaria conífera. Su origen se remonta a la era jurásica y hoy es monumento nacional de Chile. Las ciudades de Temuco y Pucón, construidas en el corazón de las tierras mapuches, proporcionan acceso a las diversas atracciones que ofrece esta región, sin duda uno de los principales destinos turísticos.
El clima en general es más húmedo y las lluvias son más abundantes sobretodo en la costa y en la zona cordillerana. La Cordillera de Los Andes se transforma aquí en una sucesión de volcanes espectaculares, bosques milenarios y cristalinos lagos. De excepcional interés es el Parque Nacional de "Conguillio" que rodea el gigantesco volcán "Llaima" y cuyos árboles predominantes son las Araucarias, considerados como sobrevivientes de la prehistoria.

Es en esta región en donde se encuentra el corazón de la raza originaria chilena: los mapuches. Por eso, hacia el interior, a pesar de varios siglos transcurridos, es posible encontrar pueblos en los cuales el tiempo parece no haber hecho mella.

Villarrica y Pucón

Llegamos a Villarrica poco antes del medio día. Después de instalarnos en una preciosa cabaña a orillas del lago del mismo nombre, nos dirigimos a almorzar en un restaurante especializado en mariscos, para disfrutar nuevamente del salmón a la plancha.

Desde ese lugar la vista del lago es formidable, en el corazón del núcleo turístico formado por Villarrica y Pucón, a orillas de lago que lleva el mismo nombre que la primera ciudad, ofrecen todas las alternativas posibles para entretenerse y descansar. El Centro de Esquí Villarrica-Pucón, es una excelente alternativa para los amantes de los deportes invernales. Pasamos cerca de una sucesión de lagos de singular belleza, tales como: Colico, Caburgua y el gran lago Villarrica. En este último, en sus extremos Oeste y Este se encuentran los Importantes centros Turísticos de Villarrica y Pucón, respectivamente. En ambos existen excelentes hoteles y piscinas de aguas termales, y en Pucón hay un Casino de juegos muy concurrido. Al salir de Pucón iniciamos el ascenso al volcán en actividad que domina la ciudad por un camino sinuoso y ascendente sobre tierra volcánica negra. Al caer la noche retornamos a nuestro alojamiento en Villa Rica, donde todavía llovía parsimoniosamente desde la mañana.
La siguiente jornada fue de viaje constante sobre la gran autopista rumbo a la capital, Santiago de Chile, donde llegamos al atardecer, directamente a la Colonia Providencia, el tradicional barrio residencial próximo a la Alameda y al cerro Santa Lucía donde Pedro de Valdivia fundó la ciudad el 12 de febrero de 1541.





3ª Etapa:


Santiago–Mendoza–Sta Cruz



Segundo cruce de los Andes

hacia la tierra del vino


Santiago de Chile


Llegamos a Santiago pasadas las dos de la tarde será ingresando por la Ruta 5 Sur. Cuando nos hallábamos cerca del centro, tomamos el desvío a la derecha que sale a la Av. Dieciocho, unas siete cuadras antes de la Av. Libertador Bernardo O'Higgins. Esta importante arteria, conocida como la Alameda, es la principal de Santiago, y la cruza de poniente a oriente, tomando después los siguientes nombres a medida que se avanza hacia el oriente: Providencia, Apoquindo, Las Condes, Los Domínicos... En medio de un tráfico infernal pasamos el Palacio de la Moneda, la iglesia colonial de San Francisco y la sede central de la Universidad de Chile. A la izquiera están las 20 manzanas llamadas "el Centro".

Pasando dos cuadras de San Francisco, observamos, a la izquierda, el cerro Santa Lucía. Tres cuadras más adelante llegamos a la plaza Baquedano, que todo el mundo conoce como "Plaza Italia". Es el punto donde la Alameda comienza a llamarse Providencia, bordeando el Parque Gran Bretaña, que todo el mundo llama "Parque Japonés". Finalmente llegamos a la calle Manuel Montt donde encontramos a nuestros primos Pato e Isa Valdés-Tardío, quienes serían nuestros guías en los tres días subsiguientes. Aquella misma tarde pudimos admirar el crecimiento de Santiago desde la privilegiada vista que ofrece el Cerro Santa Lucía, donde se hallan sus orígenes.

Desde allí se aprecia hacia los cuatro puntos cardinales una ciudad cosmopolita atravesada por el río Mapocho. Una ciudad que palpita agitación en su variopinta geografía urbana, salpicada de barrios tradicionales que tientan a la nostalgia y modernos edificios de líneas vanguardistas extraídos del futuro. Así es Santiago, la capital de Chile, una de las metrópolis financieras más importantes de América Latina.
Calles con aromas del pasado. Avenidas que conducen al futuro. Santiago vibra, seduce y encandila. Es un gigante urbano de 5 millones de personas. Un gigante tenaz y luchador que no cesa de crecer. Un gigante algo olvidadizo que casi no recuerda que alguna vez fue sólo un puñado de manzanas desperdigadas bajo el cerro Santa Lucía.
Eso fue hace siglos, cuando Pedro de Valdivia funda Santiago de la Nueva Extremadura el 12 de febrero de 1541, sin soñar siquiera que esa pequeña villa que 6 meses después sería atacada por los aguerridos mapuches, se convertiría en el corazón político, cultural, administrativo y económico, de uno de los países más dinámicos y progresistas de Sudamérica.
Al día siguiente nos dirigimos al centro de Santiago para admirar sus joyas arquitectónicas, que obligan a recorrerla con detenimiento para descubrir construcciones espléndidas, como la Casa Colorada, el Palacio de la Moneda (1805), de estilo neoclásico y sede del gobierno chileno, además de su hermosa iglesia Catedral, construida en 1785.

A continuación visitamos el Museo Histórico Nacional, en cuyas 16 salas se muestran casi 12.000 piezas que grafican la historia de Chile, desde la aparición de los primeros grupos humanos hasta nuestros días. La colección incluye piezas arqueológicas, muebles, instrumentos musicales, mapas, fotografías, numismática, pintura y una interesante muestra de armas. El Palacio de la Real Audiencia o Museo Histórico Nacional, fue construido entre 1804 y 1807. Fue inaugurado en 1808 y durante la colonia fue sede de los tribunales. Posteriormente, sirvió de escenario para el accionar de la Primera Junta de Gobierno que proclamara la independencia de Chile.
Pero la capital de Chile no sólo resulta atractiva por sus contrastes arquitectónicos entre el pasado y el presente; o por su inagotable agenda cultural, sino por sus hoteles lujosos y sus provocadores restaurantes, en los que se puede disfrutar de una deliciosa empanada o un apetecible pastel de choclo, amén de suculentos platillos de pescados y mariscos, o degustar sus ya célebres vinos.

El plan de visitas se fue gestando sobre la marcha, atraídos por diversos lugares en las cercanías, lo que representaba subir desde los 543 m. sobre el nivel del mar, que es la altura de Santiago, hasta los macizos andinos bañados de nieve, donde visitamos, fuera de temporada, las excitantes pistas de esquí, localizadas a no más de 50 kilómetros y, días más tarde paseamos, al nivel del mar, en las playas de Viña del Mar, en la cercana Valparaíso.
Por la tarde disfrutamos del Barrio Bellavista, localizado entre el río Mapocho y el cerro San Cristóbal, es actualmente un barrio bohemio, refugio de intelectuales, escritores, actores, músicos, artistas plásticos y artesanos. Sus calles pintorescas están plagadas por una variedad de restaurantes de comida típica y también especializados en platillos internacionales; también existen teatros, galerías de arte, joyerías y entretenidas discotecas, bares y cafés, que lo convierten en una de las zonas más atractivas de Santiago.


Valparaíso y Viña del mar

Por la mañana iniciamos nuestra visita a la ciudad de Valparaíso, pintoresca ciudad portuaria que ha sido declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad; esta ciudad se ubica a 120 km de Santiago. Llegados al famoso puerto, donde convergen todas las grandes arterias urbanas alquilamos una lancha para dar la vuelta a los muelles donde estaban atracados barcos de todo el mundo, recorriendo la bahía desde la cual se aprecia una vista incomparable de la ciudad sus pintorescas casas y cerros y los funiculares..
Después de almorzar en la playa pasamos a la ciudad vecina, Viña del Mar, ciudad jardín, con sus playas vestidas de paraíso es el balneario más importante de Chile y uno de los principales de América del Sur. Mar y vegetación parece ser la combinación perfecta de esta joya del Pacífico, que es también llamada la Ciudad Jardín. Se encuentra a 9 kilómetros al noroeste de Valparaíso y ofrece todo tipo de comodidades para los visitantes.

Por la tarde nuestro viaje siguió un rumbo norte, pegado a la costa admirando una sucesión de bellos paisajes marinos. Casi al caer la noche llegamos a las playas cercanas a Quinteros, donde nos alojamos en un hotel balneario cerca de unos acantilados, donde vimos caer el anochecer en las impresionantes rompientes de roca volcánica, observando el casi imperceptible ascenso de la marea, mientras en el horizonte se divisaba una sucesión de barcos transitando en ambos sentidos a lo largo de la costa chilena.


Segundo cruce de los Andes

Muy temprano nos alejamos de la costa del Pacífico rumbo a la Cordillera para iniciar el ascenso a las cumbre nevadas de los Andes, ansiosos de admirar el Aconcagua, después del paso fronterizo entre Chile y Argentina, donde sentimos los efectos del sorojche durante la larga espera en Aduanas y Migración, debido a la larga cola de vehículos y motocicletas de turistas chilenos que se aprestaban a pasar el fin de semana en Mendoza.
El descenso fue igualmente encantador, a medida que nos aproximábamos a los valles vitivinícolas de la provincia de Cuyo.

Mendoza

La ciudad de Mendoza es la capital de la provincia y la más importante del oeste argentino. Ubicada al pie de la cordillera de los Andes, forma un increíble oasis de cultivo merced a los ríos Mendoza y Tunuyán. Es uno de los destinos turísticos más elegidos por las variadas e interesantes posibilidades que se pueden efectuar en el sector.
El clima de la región es moderado, templado, aunque los cordones montañosos le otorgan cierto grado de aridez. La temperatura en verano oscila entre los 18º C y los 33º C, los días son calurosos y las noches frescas. En invierno la mínima es de 3º C mientras que la máxima observada en esta estación del año es de 16º C.
El ejido urbano levanta un hermoso espectáculo de calles flanqueadas por frondosos árboles, plazas y parques mediante una red de acequias de 500 km, que permite implementar un sistema de riego por toda la ciudad, estando a la vanguardia en el urbanismo de zonas áridas.
Tierra con tradición histórica, Mendoza conserva numerosos recuerdos de la epopeya sanmartiniana a través del Cerro de la Gloria, El Plumerillo, el Parque San Martín y los museos que contienen documentos del paso por la región del prócer argentino.
Punto de partida para realizar turismo de aventura y deportes de alta montaña, como andinismo, esquí y rafting, Mendoza ofrece múltiples circuitos para el desarrollo de estas actividades.
Paseos por las cinco plazas, el centro cívico y el área fundacional bastan para que el visitante aprecie la cultura, la historia y la idiosincrasia de los habitantes del lugar.
Por la zona aledaña a la ciudad de Mendoza se puede conocer sitios y localidades interesantes como las Ruinas del Templo San Francisco, Maipú, El Challao, las termas de Villavicencio, Cacheuta, Potrerillos y Vallecitos.
Un capítulo aparte merece la conocida Ruta de los Vinos, en la que el turista puede visitar bodegas centenarias y catar excelentes cosechas, producto de uvas cuidadosamente seleccionadas.
Pasado el mediodía ya estábamos instalados en un cómodo y céntrico hotel, desde el cual nos lanzamos a caminar por las calles y plazas arboladas. Al día siguiente, debido a que llovía, fuimos a visitar museos, el acuario y el serpentario de la ciudad. Por la tarde, cuando ya había salido el sol nos adentramos en el gran parque urbano donde se halla el Cerro de la Gloria con su monumental conjunto escultórico, el Zoológico Municipal, el Rosedal y múltiples lugares de esparcimiento.
Después de disfrutar de los paseos, las grandes cenas con buen vino, las compras en las elegantes tiendas de las calles peatonales del centro, quedamos prendados de Mendoza. Una ciudad para disfrutar.
A partir de las 7 de la mañana del día 23 de nuestro viaje, todo el tiempo la pasamos en carretera, deteniéndonos en las capitales de las provincias vecinas: San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán….

Tucumán y retorno a Bolivia

La última noche en tierra argentina la pasamos en el centro histórico de Tucumán, en su histórica Placa principal, con todos sus edificios iluminados, la Casa de la Libertad y sus viejas calles céntricas llenas de restaurantes y confiterías para una despedida inolvidable.
El 20 de noviembre, en un maratónico viaje de 18 horas salimos de Tucumán, cruzamos la frontera en Pocitos y luego cruzamos territorio de Tarija, Chuquisaca y Santa Cruz, hasta llegar finalmente a casa en horas de la madrugada, con miles de recuerdos imborrables.




(Ver a continuación Galería de fotos ampliadas)

Viaje a la Patagonia y Chiloé

BARILOCHE

BARILOCHE
Vista dela Península Llao Llao

SAN MARTIN DE LOS ANDES

SAN MARTIN DE LOS ANDES
LAGO LÁCAR

BARILOCHE

BARILOCHE
CASCADA LOS ALERCES

BARILOCHE

BARILOCHE
ALERCES

LAGO MASCARDI

LAGO MASCARDI
PAISAJE

CORDILLERA

CORDILLERA
NEVADOS

BARILOCHE

BARILOCHE
LAGO NAHUEL HUAPI

BARILOCHE

BARILOCHE
LAGO NAHUEL HUAPI

BARILOCHE

BARILOCHE
CENTRO CIVICO

PENINSULA LLAO LLAO

PENINSULA LLAO LLAO
JARDINES HOTEL LLAO LLAO

BARILOCHE

BARILOCHE
CENTRO CIVICO

BARILOCHE

BARILOCHE
BARRIO BELGRANO